Los pegamentos han sido utilizados por la humanidad a lo largo de diferentes épocas, desde la prehistoria, cuando se usaban adhesivos de origen vegetal para la creación de pinturas, armas y utensilios; sin embargo el desarrollo de este material desapareció por completo durante un largo periodo de tiempo tras la caída del imperio romano en occidente, dando paso a una época de oscurantismo en este campo.
No es hasta 1750 que se crea en Inglaterra la primera patente sobre un adhesivo de origen animal y posteriormente se desarrollarían estudios para mejorar su comportamiento; en 1845, Horace H. Day crea pegamentos basados en gomas naturales. En 1909 Leo Hendrik Baekeland patentó la resina fenólica, comenzando la era de los plásticos y adhesivos industriales; en 1926 Richard G. Drew patenta el celofán utilizándolo en el sector de empaquetado. En la actualidad se siguen desarrollando investigaciones basadas en nanotecnología, con la finalidad de que se pueda pegar y despegar sin perder adherencia ni propiedades mecánicas.
En nuestros días los pegamentos son herramientas muy valiosas a la hora de unir un material con otro, por ejemplo el cartón; sin embargo, no se pude usar un solo tipo de adhesivo, según el cartón será el pegamento que se utilizará; además del material que se desea unir, hay que considerar algunos factores en los comportamientos de cada adhesivo, por ejemplo, el tipo de sustrato, tiempo de compresión, tiempo de fraguado, velocidad de producción, inocuidad alimenticia, resistencia al esfuerzo mecánico, resistencia de humedad, refrigeración, calor intenso, entre otras.
Afortunadamente la tecnología ha desarrollado métodos para unir, cartulina, papel y cartón de manera creativa, económica y eficiente, de forma que se pueden usar no sólo en sectores industriales de empaquetado, sino en el mismo hogar o escuela. Por ejemplo, el pegamento de contacto se utiliza para adherir cartulinas y papel o el pegamento de barra que es más utilizado en oficinas o escuelas, cuyo nivel de toxicidad y efectividad de adhesión permiten un uso más moderado.
Por otro lado, el comportamiento de los pegamentos en el cartón varía desde el uso doméstico hasta el industrial. En el hogar se puede utilizar pegamento de contacto, pegando cartón o cartulinas o si se desea unir sólidamente el cartón, es recomendable usar pegamento termofusible o silicón; también la cinta adhesiva resulta una excelente aliada a la hora de trabajar, en primer lugar porque no ensucia y ayuda a la unión de manera temporal o permanente; en el sector industrial se consideran diversas tecnologías como pegadoras de cinta de alta velocidad, o pegamento de ventana transparente de pvc sobre cartón corrugado o una formadora de cajilla de caple con adhesivos de base agua, con la finalidad de agilizar el proceso de empaquetado.
Es importante considerar algunos factores en los pegamentos a la hora de trabajar con cartón, tales como: la duración, la potencia de pegado, la resistencia a temperaturas, movimientos bruscos, cantidad de adhesivo, tecnología para agilizar el proceso de pegado; consistencia, grado de toxicidad, resistencia de peso, entre otros. No hay que perder de vista las razones de selección del pegamento: si se quiere para un empaquetado provisional o permanente, para unión de cartón con otros materiales, para uso doméstico, industrial, o escolar.
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