Es un asunto que no concierne únicamente a las grandes empresas, sino también a los negocios familiares, ya que los negocios requieren de pautas para salir adelante; por esta razón, la persuasión resulta un elemento del marketing con el que se debe ser cuidadoso, ya que si se abusa, se puede caer en la manipulación de las personas en el contexto y la consistencia entre los valores proclamados y las actuaciones de sus integrantes.

Una persuasión ética

Tratar de convencer a una persona en una conversación. Implica ofrecer un punto de vista bien argumentado, de tal suerte que se respete el criterio e individualidad de la otra persona sin imponerse, ya sea por argumento de autoridad, como por discusión y subestimación hacia el receptor; lo mismo ocurre con la persuasión que se utiliza en las empresas, mediante las campañas de marketing se aplican elementos que respeten el criterio de los futuros compradores, así como sus gustos y  necesidades, aunque muchas veces se recurre al abuso de elementos de persuasión que más que invitar a comprar se tiene una actitud imperativa.

Una de las prácticas que debe evitarse en el marketing, consiste en persuadir, engañando a los clientes publicando un precio equivocado, es decir, por querer generar competitividad, se pone un precio demasiado barato, creando una impresión en el posible comprador de que el producto no es de buena calidad o que no se ofrecerá un buen servicio, por lo que se devalúa la imagen de la empresa; en este sentido se debe cuidar el momento de imprimir ofertas y precios ya sea en exhibidores de cartón, stands pop displays o dentro de los mismos establecimientos.

Es un error dirigirse al producto antes que al mercado, ya que es completamente cambiante y que hay una rotación enorme de productos, por lo que no tiene caso aglutinar monopolios si al final se queda fuera del mercado por no saber adaptarse a las fluctuaciones económicas.

Enfocar mal el público- cliente  al que se intenta persuadir con el negocio es un error de los que ha logrado tambalear incluso a negocios con inversiones millonarias, por lo que resulta mejor elaborar un estudio de mercado que ayude a conocer los  gustos y necesidades de los clientes.

Brindar mal atención a los clientes, suele ser uno de los motivos principales por los que las campañas de publicidad fracasan, puesto que muestran información equivocada sobre la calidad del servicio; es muy útil definir y trabajar una imagen corporativa, aunque implica esfuerzos incluso dentro de los espacios de decoración corporativa,para lo cual se debe invertir en logos, material publicitario, uniformes, exhibidores de cartón etc.; si no logra que los clientes lo identifiquen del resto de los competidores, lo más seguro es que no se logren los objetivos.