El cartón (material crítico para cajas y exhibidores de cartón) se ha convertido en algo indispensable en nuestra vida diaria, desde la caja donde se empaca la leche hasta la cartulina donde los niños realizan sus trabajos escolares. Este material se ha incorporado a todas las áreas de la sociedad, desde el arte hasta la ciencia. El cartón lleva a cuestas una historia muy interesante desde tiempos muy antiguos. Ha evolucionado tanto que podemos estar seguros que en un futuro su uso estará más extendido.
¿Cómo llegó el cartón al mundo? Un hombre chino fue el responsable. Como lo mencioné en el artículo anterior, Cai Lun, consejero del emperador He de Han en el siglo I de nuestra era, unió varias capas de papel y las barnizó con una mezcla de algodón, arroz y zumo de tororo aoi para satinarlas y protegerlas del moho y los parásitos. Con esto se hacían contenedores y tapas donde se guardaban documentos importantes; además, eran más ligeras y fáciles de transportar que las tablillas de madera o las telas de seda.
Alrededor de 1871, Albert L. Jones comenzó a utilizar el cartón corrugado como empaque, pues envolvía frascos para perfume; este tipo de cartón presentaba rigidez a la comprensión y era muy práctico para amortiguar. Por su parte, en 1874, Oliver Long le añadió dos láminas lisas, una adelante y otra por detrás, que lo volvía más resistente; Long registró su invento en Estados Unidos el cinco de mayo del mismo año con el nombre de cartón ondulado. En poco tiempo se presentaron varias patentes que fueron adquiridas por Robert H. Thompson, Henry D. Norris (quienes fundaron Thompson & Norris) y Robert Gair, fundador de Robert Gair Co. En 1890, el cartón se utiliza como caja al ser inventada por Robert Gair, en un tiempo donde todos los procesos y la maquinaria se fabricaban de manera manual; Gair es considerado el padre del cartón plegado y pionero de la industria del cartón ondulado. Las dos compañías de estos tres inversionistas operaban en Nueva York y Boston a finales del siglo XIX, disfrutando de un monopolio durante más de veinte años.
Otro momento importante en la historia del cartón ocurrió en 1884, cuando el químico sueco Carl F. Dahl desarrolló el Proceso Kraft, que convierte la celulosa en papel Kraft resistente, lo que actualmente conocemos como cartón. Al llegar la modernidad a las industrias, este material fue volviéndose más resistente y adquirió mayor calidad, por lo que terminaron sustituyendo a las cajas de madera al ser más barato, tener más facilidad para fabricarse a la medida y ocupar menos espacio. En tiempos más actuales, con el auge de las ventas por internet, la demanda del cartón aumentó, lo que genera más contaminación; no obstante, una de las ventajas del cartón es que puede reciclarse. Desde los puertos europeos zarpan barcos repletos de toneladas de cartón, su destino: China. El gigante asiático, según un reporte del diario español El País, consumió el año pasado un tercio del cartón y papel reciclado mundial; de esta manera, suple su falta de bosques.
Aunque el cartón ha demostrado ser un material versátil y muy útil, es importante resaltar que la contaminación ha llegado a niveles altos, por lo que lo más sensato es reciclar este material, ya sea dándole un nuevo uso o llevándolo a sitios certificados para evitar un daño mayor al medio ambiente. Las cajas y exhibidores de cartón son el mejor ejemplo de re-uso que puede darse a este material.
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