El mundo del cartón va más allá de elaborar cajas, ya que es un material sumamente versátil, requiere un tratamiento especial, si lo que se desea es crear más productos de calidad en todos los ámbitos, tanto escolar, doméstico o industrial; por ende el trabajo del cartón requiere además de incorporación de cantos, uso de adhesivos y tipos de impresiones, un proceso que ayude a mejorar los productos no sólo por el aspecto publicitario sino también por la calidad, este proceso es el laminado.
El laminado consiste en un proceso de conversión que permite combinar diferentes materiales de sustratos para obtener una sola estructura compuesta y se puede aplicar en materiales como plástico, papel y por supuesto cartón; este proceso puede utilizarse para una variedad de cosas entre los que destacan el embalaje de líquidos, contenedores de bebida, embalaje médico, envoltorios industriales, manteles recubiertos de plástico, mostradores, exhibidores y algunas veces en cartón destinado al empaquetado aunque por lo regular el laminado se usa en fotos, posters o panales publicitarios.
En el sector industrial se utiliza una laminadora que está constituida por dos rodillos, uno de ellos es móvil entre los que se hace pasar el material a laminar, el empleo más frecuente es para adhesivar fotos o alguna imagen sobre un soporte de cualquier material, entre ellos el cartón. Existen varios tipos de película para laminar, según el efecto que se quiera obtener, ya sea brillante, en acabado mate, satinado etc., además, una de las ventajas del laminado es que suministra un sustrato combinado cuyos elementos son difíciles de separar y hereda las propiedades físicas y la protección de barrera mejorada de los elementos que la componen.
El laminado ofrece protección al cartón, además juega un papel importante como estrategia de mercadotecnia, puesto que se puede diseñar al gusto del cliente con variedad de colores y dibujos, también vuelve al cartón más resistente a temperaturas cálidas o frías, aumenta la durabilidad y la resistencia, aplicándose en exhibidores, mostradores, juguetes de cartón, entre otros.
Hay situaciones en las que se puede aplicar el laminado y otras en las que no; por ejemplo, en el primer caso conviene superficies de cartón de diferente medida el laminado por dos caras para mejorar la resistencia, en este caso suele usarse la impresión en flexografía o retrograbado, este tipo de laminado funge como barrera ante la humedad y la termosensibilidad. El laminado no conviene cuando los impresores tienen poco volumen de laminado, en este caso se recomienda laminar en húmedo para disminuir el costo de la película, barnizando con el adhesivo, de esta forma se barnizan películas metalizadas en altos volúmenes a precios bajos.
En conclusión, el proceso de laminado en cartón resulta útil porque optimiza la calidad del producto en muchos aspectos, tanto de resistencias y duracion hasta para fines de mercadotecnia; sin embargo requiere de tecnología que permite diseños creativos y de adaptación a todo tipo de cartón, así como el uso que se le dé al producto.
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