Desde tiempos inmemoriales el hombre ha buscado la forma de transportar bienes de un sitio a otro procurando que dichos bienes lleguen en perfecto estado a su destino. Para lograr esto se han ocupado diversas soluciones, desde nieve en la época del Cristo para llevar pescado y mariscos frescos del mar de Tiberiades hasta los templos de los grandes tetrarcas hasta las vasijas hechas de barro para llevar aceites y granos a lomos de animales de una ciudad a otra y así hacer comercio.
El tiempo fue llevando al hombre a mejorar sus técnicas y la siguiente y más notable fue la creación de las cajas como las conocemos pero hechas en madera. Esto resultaba útil porque permitía llevar los bienes seguros y si agregamos heno o paja, ya había una solución para que cosas pequeñas pudieran también transportarse sin dificultad de un lugar a otro.
Pero esta solución tenía una gran desventaja: su alto costo y demora en fabricación. Y no olvidemos que además requería de clavos para poder cerrar las cajas y esto hacía que fuera complicado sacar el contenido una vez llegada a destino la carga, y lo que es peor, eran de un solo uso. Y es aquí donde aparece el material que se convirtió en el mejor desde entonces y hasta hoy día: el cartón.
LAS CAJAS DE CARTÓN COMO ELEMENTO FUNDAMENTAL DE EMPAQUE
Las cajas de cartón cambiaron de forma radical la forma en que se empacan bienes de todo tipo para su envío a los puntos de venta así como para entregarlos al consumidor. Pero además también representó una ventaja para el fabricante y es que su costo es muchísimo más reducido que ocupar madera, o peor aún, metal, como antes se hacía. Además de esto se cuenta con la facilidad de sellado de la caja sea con cinta adhesiva o pegamento (o ambos en ciertos casos) y que al mismo tiempo el desempaque sea menos complicado que antaño.
Además, las cajas no se destruyen y pueden ser rehusadas para una variedad de fines (incluyendo lógicamente el reempaque de otros bienes diferentes) pero además también se puede reciclar y hacer nuevas cajas para otros fines y marcas diferentes de la original. De hecho, la mayoría de cajas para empaque que se usan hoy día son hechas de material reciclado lo que hace que no sea necesario dañar más arboles para hacer mas cartón, cosa que si ocurría antes cuando se requería madera para hacer más cajas.
Otro factor importante es que no solo se hacen cajas de cartón, este material también se ocupa para hacer otros elementos que coadyuvan al mantenimiento seguro de aquello que estas tienen por objetivo proteger, hablamos claro está, de divisores, protectores de esquinas, planchas para dividir capas de productos y otros elementos que permiten que las cajas en si mismas cumplan de mejor manera su función y por lo tanto, que aquello que protegen llegue sin problemas a su destino.
El cartón pues, vino a revolucionar la forma en que se empacan todo tipo de productos y la forma en que estos, sin importar su numero, lleguen a su destino en el estado en que salieron de las fabricas o centros de distribución y al mismo tiempo, representando una opción más económica para las empresas y para el cliente en general.
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