Hemos caja de cartón visto los beneficios que un buen empaque acarrea para las campañas de mercadotecnia, tanto por su aspecto práctico como por la imagen que proyecta al público, la cual puede generar mayor cantidad de ventas al generar impacto visual durante el traslado, así como en un punto de venta. También sabemos que gracias a un buen diseño estructural, una puede optimizar su uso, logrando que la mercancía esté mejor protegida; todo lo anterior se logra una vez que se lleva a cabo un prototipo que permita ver los pros y contras de los empaques que saldrán al mercado.
¿Qué es un prototipo?
Se refiere a un patrón que se reproduce para probar lo que se está creando o para hacer una demostración; regularmente se usan en la fase de diseño en la que se deben hacer una prueba de uso, lo antes posible, para descubrir y evitar los problemas y de esta forma ahorrar costes.
Es importante saber que un prototipo no es el producto final ni hay que esperar a que sea perfecto ni que tenga alta fidelidad, pero si un alto grado de calidad y que por lo tanto dé vida a cualquier diseño proporcionando para brindar gran cantidad de información sobre la factibilidad del proyecto, sus fallos y las mejoras que aún se les pueden hacer, por lo que no necesariamente se deben realizar al final del proyecto, sino que puede ser antes.
Prototipos de empaques: una ventaja de planeación
Un buen empaque se define como aquel que aumenta el impacto y valor de un producto, que garantiza la conservación, optimizando el almacenamiento, manipulación y transporte, accediendo a nuevos mercados. Sin embargo, detrás de un buen empaque existe un proceso de fabricación que incluye diseño y prototipo que brinda la calidad y resistencia a la hora de conservar un producto.
La planeación de un buen empaque implica un diseño adaptado al tamaño y necesidades de la mercancía, por lo que resulta provechoso realizar previas pruebas a las cajas de cartón para evitar que lo que vaya a contener se atrofie; por esta razón se realizan pruebas para verificar, aristas, superficies del empaque, tipos de sellado, estabilidad, resistencia y apilamiento; también se revisan aspectos a nivel gráfico como zonas de etiquetado, arrugas, acabados, tintas, color, troquel, dobleces, códigos de barras, entre otros aspectos.
El prototipo nos permite mostrar al cliente el avance del proyecto, de manera que no se preocupe por que los resultados no sean favorables a su marca, entrega la estrategia de marketing está bien sustentada, de tal suerte que permita visualizar la viabilidad técnica y realizada hasta el prototipo. El cliente puede señalar en esta fase errores o ajustes en el diseño, ahorrando costos que implican personal, materiales y procesos de producción.
En conclusión, hace algunos años, los prototipos eran vistos como una muestra difícil de realizar porque implicaban un alto costo, sin embargo con el avance tecnológico, no requiere una fuerte inversión, por el contrario ayuda a optimizar los diseños y por ende las ventas de una empresa, por esta razón las cajas de cartón van más allá de ser estructuras cúbicas que resguardan un producto, implican planeación, creatividad e innovación.
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